TODES LAS VOCES TODES, reseña de Anormal de Lilia Judith López Echegollen
Lilia Judith López Echegollen es una joven mexicana que se define, entre otras cosas, como lesbiana. Anormal, publicado por Caligrama en 2020, es un libro que nace por la necesidad de informar a la sociedad heterosexual sobre la comunidad LGBT+. El objetivo principal es visibilizar y concientizar sobre la vida y el sufrimiento de esta comunidad. El destinatario principal es el sector homofóbico de la sociedad, y también aquel que por ignorancia o por desinformación discrimina, lastima o ignora a las maravillosas personas que tienen una orientación sexual diferente a “lo normal”, lo impuesto, lo socialmente correcto, de ahí el título del libro.
La comunidad LGBT+ sufre
discriminación, violencia, vulneración de derechos en muchos lugares del mundo.
Lilia le dio voz a las minorías mexicanas
a través de un blog que se convirtió en libro.
La autora se define como una
persona muy inteligente, inquieta, curiosa y estructurada, por eso su libro
está dividido en las siguientes secciones:
Agradecimientos, Prólogo,
Introducción, Un poquito de mí, Temas para enriquecer y apoyar a mi hermosa
comunidad LGBT+, Temas para sensibilizar a nuestra sociedad y Mensaje Final.
En la introducción y Un poquito
de mí, Lilia nos cuenta su vida con un estilo verborrágico. Se muestra tal como
es, da detalles de su vida y de cómo “salió del closet”. Es interesante su
reflexión sobre las palabras “confesar” y “confiar”, hace una crítica a eso de “confesar
la orientación sexual” como si ser homosexual fuera un crimen.
En las secciones Temas para
enriquecer y apoyar a mi hermosa comunidad LGBT+ y Temas para sensibilizar a
nuestra sociedad, Lilia comparte testimonios de personas homosexuales y
transexuales. Testimonios en primera persona sobre “cómo salí del closet”,
sobre la violencia que sufrieron, sus miedos y sus sueños, sobre la reacción de
su familia. Hay testimonios que narran sobre madres y padres que ya sabían sobre la orientación sexual de
sus hijes y les dan todo su apoyo, amor y contención, y en el otro extremo la
negación y hasta el exilio obligado. En este último caso la reacción de los
padres se justifica con la religión, al qué dirán, yo no te crié así, qué hice
mal para que me salgas con esto.
Algunos testimonios son realmente
desgarradores: intentos de suicidio, agresiones al propio cuerpo, redes de
trata de personas, maltratos, abusos.
Echegollen utiliza la segunda
persona, imitando un diálogo en tiempo real con dos receptores: por un lado, el
lector: nos narra los hechos, nos interpela el pensamiento, nos exige la
reflexión, la autocrítica, la empatía. “Debemos entender que lo biológico no
nos define, lo que ‘natural’ está obsoleto, debemos abrir la mente para poder
entender más allá de lo que conocemos y a lo que estamos acostumbrados, por así
decirlo. La identidad de género es una parte que nos devine, con la que nos
sentimos que estamos cómodos e identificados más allá de solo simples gustos o
preferencias. Probablemente, escuchar testimonios de personas trans pueda
ayudar a entender el tema un poco más, pero se tiene que escuchar sin
prejuicios, se deber abrir la mente y el corazón.”
Por otro lado, le contesta a sus
seguidores de las redes, aquellos que encontraron en el blog un confesionario
para desahogarse, buscar consejos, compartir emociones.
No solo aparecen las voces de la
comunidad LGBT+ sino también las de sus familiares, por ejemplo una hermana
dice: “…creo que nadie debería tener la necesidad de explicar qué es lo que
eres o qué sientes, todos deberíamos sentirnos libres y con esa naturalidad de
decir ‘A mí me gusta el helado de vainilla y el de chocolate no’, porque yo
desde pequeña la vi y no había necesidad de explicar, porque lo vi con ojos de
niña, sin el cliché de fútbol es para niños y faldas para niñas”.
Anormal es una mezcla de “consultorio sentimental”, narrativa
testimonial, diario íntimo, género epistolar. Se percibe en la escritura la
incipiente madurez de la juventud, el descubrimiento de que no todas las
personas actúan como esperamos, el aprendizaje a golpes que nos da la vida, la confirmación
de la sabiduría de los refranes “Un tiempo para cada cosa y cada cosa a su
tiempo”, la esperanza de que podemos mejorar el mundo cuando dejemos de lado
los prejuicios y abramos la mente y el corazón.
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